lunes, 22 de agosto de 2011


LA LEY DE VÍCTIMAS

El proyecto de la ley de víctimas fue ratificado por el mandatario Juan Manuel Santos hacia el 27 de septiembre del 2010, el cual supone, según el actual gobierno, “saldar la deuda moral de las víctimas que han sido afectadas por la violencia”, que en una cifra no muy clara, son más de cuatro millones de personas perjudicadas; quienes se beneficiarían de la presunta ley.

Hemos oído hablar constantemente a la gente que dice que las leyes en Colombia se hacen y son aplicadas conjuntamente para el beneficio de tan sólo unos cuantos, mi pregunta es ¿será acaso, un ejemplo de ello esta ley? …

Es bien dicho que por medio de este proyecto se tendrá en cuenta el dictamen  de medidas que suponen ser integrales para la atención y reparación de personas que han sufrido la violación y la vulnerabilidad de sus derechos humanos, los cuales son muchos fundamentales y así mismo constitucionales; además también entra las infracciones al derecho internacional humanitario.

Se debe tener claro que aquella cifra de unos más o menos, cuatro millones de personas no fueron tan solo víctimas de la violencia del conflicto armado, sino también de aquella violencia que hoy es llamada vulgarmente “la del cuello blanco” o bien dicha violencia por parte del Estado.

Estoy de acuerdo con quienes afirman que es lógico que para la ejecución de esta ley se requiera o se necesite de normas, instrumentos, mecanismos y hasta procedimientos que sirvan de soporte, así como también de leyes que ayuden al buen desarrollo de los derechos. Para ello entraría a hacer una función fundamental la ley de Justicia y Paz,  y la ley que proclama el derecho a la reparación; aquellas son consideradas que se deben someter a revisiones en las cuales en varios aspectos tienen una insuficiencia.

Para mí y como para algunos esta ley acontece de varios vacíos por decirlo así, ya que se muestra defectuosamente e insuficiente y se engaña de alguna manera a las víctimas con lo que la ley concibe.

Dichos vacíos se constituyen por ejemplo, como al  no ejercerse  herramientas para el seguimiento de los bienes  de los victimarios y así poder  desarrollar procesos en los cuales se restituyan las tierras. ¿Serán tierritas de una hectárea?  Claro que no, son grandes tierras que se le arrebataron a esta gente… además ¿se les devolverán la misma cantidad?... quién sabe!

Otro de vacío que vale la pena mencionar es que la ley  no tiene mecanismos que sirvan para ponerle tal vez un punto final a las causas por la cuales se presenta esta violencia tan particular.

Ahora toquemos el tema de las BACRIM…la ley supone que serán reparadas aquellas personas que fueron víctimas de organizaciones con jerarquía y mando territorial, pero por lo visto las que fueron perjudicadas por las bandas delincuenciales que están en función de narcotraficantes, es decir BACRIM no lo serán… acaso a estas personas no se le violaron y vulneraron también sus derechos fundamentales? Si esto sucede, se estaría discriminando y por tal modo estaría no brindado un trato por igual de víctimas…

Otro punto a tratar que lo considero como un vacío, es que sólo se consideran víctimas a los que del año de 1985 hayan sido afectados, las demás qué?

A conclusión de todo esto, podemos decir que la ley de víctimas puede llegar a hacer buena, pero con certeza tiene retos y riesgos que puede resultar a raíz de satisfacer plenamente estos derechos a quienes se les violaron; además no resulta fácil recuperar las millones de hectáreas que fueron arrebatadas sin piedad a esta gente y aún más identificar sus responsables que resultaría ir en busca de la verdad.

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